Un nuevo caso de presunta corrupción sacude a Cali. La Fiscalía General de la Nación imputó cargos por peculado por apropiación a favor de terceros contra Luis Eduardo Barrera Vergara, expresidente de Metrocali. Según las investigaciones, hubo irregularidades en la gestión de un contrato relacionado con la estación Calima del sistema de transporte masivo MIO.
El contrato bajo la lupa
En 2007, Metrocali firmó un contrato con la empresa israelí Hafira Ve Hatziva por $22.750 millones para estudios, diseños y la construcción de la terminal. El financiamiento provino del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, dos años después, en 2009, bajo la administración de Barrera, se autorizó el pago de un anticipo de $6.825 millones sin la debida verificación de la garantía bancaria del contratista.
Esto provocó serios problemas en la ejecución del proyecto: se incumplieron plazos, se ordenaron múltiples suspensiones y no hubo transparencia en el uso de los recursos. Finalmente, el contrato fue liquidado de manera unilateral sin haber completado ni los diseños ni la etapa preconstructiva.
El proceso judicial avanza
La Fiscalía argumenta que Barrera no tomó las medidas necesarias para evitar el desvío de fondos, lo que derivó en la pérdida de millones de pesos. Durante la audiencia en el Juzgado Octavo Penal Municipal de Cali, el exfuncionario no aceptó los cargos, por lo que el caso irá a juicio.
Corrupción en el MIO: un problema recurrente
Este nuevo escándalo revive el debate sobre la corrupción en el MIO, un sistema de transporte que ha sido cuestionado por retrasos en obras, sobrecostos y malos manejos financieros.
Metrocali, por su parte, ha emprendido acciones legales contra la firma israelí para intentar recuperar los recursos perdidos, pero hasta el momento no hay claridad sobre el destino del dinero. Este caso se suma a una larga lista de denuncias que han afectado la confianza de los ciudadanos en el sistema de transporte de Cali.
