El gobierno de Pedro Sánchez atraviesa su peor momento desde que llegó al poder en España hace siete años. Una presunta trama de corrupción que salpica a figuras clave del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha encendido las alarmas en la política española.
Según las investigaciones, varios altos cargos socialistas habrían participado en un esquema de sobornos a cambio de adjudicaciones de contratos de obra pública. Entre los implicados se encuentran el exministro de Transportes y el número tres del PSOE, dos hombres de total confianza del presidente.
Aunque todos los acusados han negado los cargos, el escándalo ha puesto en entredicho la integridad del partido y ha generado una fuerte presión social y mediática. La oposición exige explicaciones, mientras crece la demanda de transparencia y rendición de cuentas.
Por ahora, Sánchez guarda silencio sobre el fondo del asunto, pero el caso amenaza con convertirse en una crisis institucional que podría tener consecuencias políticas profundas.




