En respuesta a las recientes interacciones negativas entre el oso andino y pequeños productores ganaderos en los municipios de Puerres y Funes, autoridades ambientales y comunidades locales han definido estrategias conjuntas para propender la coexistencia entre la comunidad y esta especie silvestre en peligro de extinción.

La Corporación Autónoma Regional de Nariño (Corponariño) y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible están trabajando junto a comunidades campesinas e indígenas para determinar el nivel de afectación y desarrollar acciones para mitigar los conflictos. Se han destinado $84 millones para impulsar una propuesta que articula la conservación hídrica con la protección del oso andino.

La iniciativa busca promover prácticas productivas sostenibles y proteger los corredores biológicos estratégicos, con el objetivo de restaurar el hábitat natural del oso andino y construir un modelo de convivencia armónica con la fauna silvestre. Los líderes locales reconocen la importancia de contar con alternativas que protejan tanto al animal como a la economía campesina.




