Actualmente, las autoridades de Bogotá se están preparando para hacer frente a la variante de ómicron de la COVID-19. En este sentido, el Distrito culminó un plan de acción contra al evidente aumento de contagios por la enfermedad –pasando de 3.229 casos activos hace siete días a 4.120 durante esta semana navideña–.
Asimismo, destacaron que la inmunización contra el virus es la punta de lanza de la estrategia. Hasta la fecha, más del 80 % de la población tiene su esquema completo, ahora la tarea sería ir por el refuerzo. En este caso, el alcalde mayor (e) Luis Ernesto Gómez dijo:
“Para protegernos de ómicron debemos aplicarnos el refuerzo (…) Hoy tenemos al 92% de la población con primeras dosis, pero solo 677.000 personas tienen sus dosis de refuerzo”.
Todas las personas mayores de 18 años pueden aplicarse esta tercera vacuna, siempre y cuando hayan transcurrido seis meses después de haber completado su esquema de vacunación. En el caso de las personas mayores de 50 años son cuatro meses.
En referencia a la llegada de la variante ómicron, Gómez detalló que Bogotá no está en una situación en la que se deban imponer medidas restrictivas para la realización de eventos o actividades de fin de año. Explicó que, a diferencia de lo ocurrido en ciudades de Europa y de Estados Unidos, en Bogotá se han mantenido las medidas de autocuidado y distanciamiento social.
El alcalde mayor (e) dijo que ante un eventual nuevo pico de contagios, Bogotá tiene la capacidad hospitalaria suficiente, y que se duplicará el apoyo médico domiciliario, con el fin de llegar a 2.600 atenciones por día.
El subsecretario de Salud Pública, Manuel González, aseguró que el viajero a quien se le diagnosticó la variante ómicron e hizo escala en Bogotá no ingresó a la ciudad, y que se hicieron los cercos epidemiológicos de rigor. También señaló que el virus se ha concentrado principalmente en localidades como Engativá, Suba, Bosa y Kennedy, y que la mayoría de los casos se han generado tras reuniones familiares.
