Corea del Norte se prepara para abrir el balneario Wonsan Kalma, una ambiciosa apuesta del líder Kim Jong-un para impulsar el turismo en uno de los países más cerrados del mundo. Ubicado en la costa este, el complejo abrirá sus puertas a los turistas nacionales el próximo 1 de julio, aunque aún no hay claridad sobre cuándo recibirá visitantes extranjeros.
El proyecto, que debía finalizarse hace seis años, ocupa 4 km de playa e incluye hoteles, restaurantes, centros comerciales y hasta un parque acuático, según medios estatales. La agencia oficial KCNA afirma que el lugar podrá albergar hasta 20.000 personas, aunque la existencia y funcionamiento real de las instalaciones no ha sido verificada de forma independiente.
Kim Jong-un tiene un fuerte vínculo personal con la zona de Wonsan, donde pasó parte de su infancia y donde la élite del país mantiene lujosas propiedades. Aunque el área fue usada anteriormente como sitio de pruebas de misiles, el régimen busca ahora transformarla en un símbolo de desarrollo y apertura turística.
El anuncio ha generado escepticismo internacional, tanto por la falta de transparencia como por el contraste entre el lujo del balneario y las severas condiciones económicas que vive gran parte de la población norcoreana.




