En un giro dramático para la administración liderada por Rigoberto, el primer eslabón en esta cadena de revelaciones fue Coservicios, que fue transferido a la Superintendencia de Servicios Públicos debido a sus fallos significativos en la recolección de basuras, gestión del aseo y servicios fundamentales como el acueducto. Este movimiento planteó interrogantes sobre qué otras instituciones podrían haber seguido el mismo destino, entre ellas, el Instituto de Tránsito y Transporte, la Terminal de Sogamoso, entidades de salud, secretaría de educación, deporte e inversión vial.
Lo que se le acusa
La administración de Rigoberto, hasta entonces envuelta en un velo de secretos, comenzó a desentrañarse con esta primera revelación. La pregunta que surgió fue si el exalcalde tenía la expectativa de retirarse impune, sin enfrentar la justicia por las presuntas irregularidades que salieron a la luz. Fue el momento de que asumiera las consecuencias por el daño causado a Sogamoso y a sus ciudadanos. Rigoberto, quien jugó con fuego, se encontró quemado en la esfera pública. Utilizó a Coservicios no como un servicio para el beneficio de la población, sino como una herramienta para sus intereses financieros, apropiándose indebidamente de recursos y negociando lo que no le pertenecía. Este descubrimiento puso al descubierto una gestión que dista mucho de ser transparente y ética.
El gobierno
Es imperativo señalar que Rigoberto, en su papel como alcalde, aparentemente carecía de una comprensión real de lo que significa liderar una ciudad como Sogamoso. Más que un líder preocupado por el bienestar de la comunidad utilizó su posición para colocar a conocidos en cargos estratégicos, socavando la confianza pública y minando la credibilidad en la administración local, así presuntamente afirman los ciudadanos de Sogamoso. La apropiación indebida de recursos y la venta de activos públicos sin el debido proceso son acusaciones serias que ahora pesan sobre Rigoberto. Su gestión dejó una huella de desconfianza y escepticismo entre la población de Sogamoso, que se sintió traicionada por un líder que nunca fue verdaderamente parte de la comunidad.
Las revelaciones
Este capítulo en la saga de revelaciones planteó la pregunta sobre qué otras instituciones estaban bajo la sombra de la gestión de Rigoberto. La incertidumbre reinó sobre el Instituto de Tránsito y Transporte, la Terminal de Sogamoso y diversas entidades clave. La necesidad de una investigación a fondo se hizo evidente para restablecer la confianza de la comunidad y garantizar la integridad de las instituciones afectadas. La historia de la administración de Rigoberto fue una trama compleja que apenas comenzó a desentrañarse. La exposición de Coservicios fue solo el primer paso en un camino que podría haber llevado a la revelación de más prácticas cuestionables y la restauración de la confianza en el liderazgo local.
