La Oficina de Gestión del Riesgo del Caquetá sostuvo una reunión clave para coordinar medidas frente a la emergencia provocada por la temporada invernal. Al encuentro asistieron un delegado nacional de Gestión del Riesgo, el director regional del Instituto Nacional de Vías (Invías) y varios alcaldes del departamento, atendiendo al llamado de la Procuraduría.
Según Wilson Silva, líder de la oficina, el panorama es crítico: de los 16 municipios caqueteños, 12 se encuentran en estado de calamidad pública, y más de 2.500 familias han sido afectadas por deslizamientos, inundaciones y daños en infraestructura. Las autoridades coincidieron en la urgencia de acelerar la caracterización de los damnificados, diligenciando el formato nacional que permitirá agilizar la distribución de ayudas humanitarias, las cuales, según reportes oficiales, han sido insuficientes hasta el momento.
Durante la sesión, se insistió en la necesidad de fortalecer la coordinación interinstitucional para atender vías terciarias y garantizar la entrega oportuna de insumos básicos. Invías, por su parte, anunció evaluaciones técnicas en las zonas más afectadas para priorizar intervenciones en puntos críticos que mantienen incomunicadas a varias comunidades.
El jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo destacó que la colaboración entre los municipios y el Gobierno Nacional será determinante para superar esta crisis, mientras se activan planes de prevención para mitigar futuros impactos de la temporada de lluvias.
