Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Konkuk en Seúl, Corea del Sur, ha arrojado nuevas luces sobre los beneficios de interactuar con perros en la salud mental de los seres humanos. Este estudio, liderado por el investigador Onyoo Yoo, ha encontrado evidencia concreta de que pasar tiempo de calidad con estos fieles compañeros puede reducir significativamente los niveles de estrés y promover la relajación y la concentración.
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El experimento, que contó con la participación de 30 adultos de entre 20 y 40 años, se llevó a cabo con una caniche entrenada de cuatro años. La perra, sometida a rigurosos controles de salud periódicos y cuidados por un adiestrador profesional, se convirtió en el centro de varias actividades realizadas por los participantes. Desde conocerla y jugar con ella hasta alimentarla y darle paseos, los participantes se sumergieron en una serie de interacciones diseñadas para evaluar su impacto en la actividad cerebral. Utilizando electroencefalogramas (EEG), los investigadores pudieron observar cómo estas actividades influían en las ondas cerebrales asociadas con la relajación y la concentración.
Los resultados fueron claros: después de interactuar con la perra, los participantes mostraron una notable mejora en su estado de ánimo y una reducción significativa en los niveles de estrés. Además, se observó un aumento en la actividad cerebral relacionada con la relajación y la concentración, lo que sugiere que la presencia y la interacción con los perros pueden tener efectos positivos en la salud mental de las personas.
Este estudio, respaldado por evidencia arqueológica que sugiere que los perros fueron los primeros animales domesticados por el hombre hace más de 30.000 años, destaca el profundo vínculo entre humanos y perros, así como los beneficios tangibles que esta relación puede aportar a nuestra salud y bienestar mental.
