La comunidad de la Reserva Campesina Pato-Balsillas volvió a encender las alarmas ante el grave deterioro que presenta la vía que conecta a Neiva con San Vicente del Caguán, un corredor estratégico para la movilidad, el abastecimiento y la comunicación entre los departamentos del Huila y Caquetá. Las fuertes lluvias de los últimos días provocaron nuevos deslizamientos, pérdida de banca y debilitamiento del talud, generando inestabilidad en varios tramos y haciendo cada vez más complejo el tránsito de vehículos, especialmente de carga y transporte público.
Los habitantes de la zona aseguran que, pese a los constantes reportes, la respuesta ha sido lenta y las afectaciones avanzan con rapidez. Advierten que varios puntos críticos ya presentan hundimientos significativos y riesgo de colapso, situación que podría dejar completamente incomunicadas a numerosas veredas, perjudicando la comercialización de productos agrícolas, la llegada de insumos básicos y el desplazamiento de familias que dependen diariamente de este corredor.
Frente a este panorama, el secretario de Infraestructura del Huila, CAMILO CABRERA, confirmó que la vía se encuentra en un estado delicado, con riesgo real de quedar intransitable si no se actúa de inmediato. El funcionario pidió a la concesión encargada acelerar las intervenciones y adoptar medidas de estabilización urgentes para evitar un cierre total. “La situación es crítica y requiere acciones rápidas. No podemos esperar a que la vía colapse para actuar”, advirtió.
Cabrera también enfatizó que la afectación compromete directamente el acceso a servicios esenciales como salud, educación y transporte, además del flujo comercial entre ambos departamentos. Por ello, insistió en la necesidad de una respuesta articulada y urgente por parte de las autoridades nacionales y departamentales, con el fin de garantizar la transitabilidad y proteger a las comunidades que dependen de esta ruta vital para su desarrollo económico y social.




