CONTUNDENTE HEGEMONÍA AZUL

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Abel Otálora asume la presidencia mostrando dominio conservador en la Asamblea departamental.

La Asamblea del Tolima confirmó, una vez más, que el Partido Conservador mantiene el timón del poder político en el departamento. Con una votación contundente, Abel Otálora Arias fue designado como presidente para la vigencia 2026, sellando una mesa directiva que reafirma la hegemonía azul dentro del recinto. La elección dejó en evidencia las profundas diferencias entre las bancadas, así como la incapacidad de las fuerzas alternativas para consolidar un bloque que contrarreste la mayoría oficialista.

La plenaria escogió también a Edna Carolina Mora González como primera vicepresidenta, fortaleciendo aún más la presencia conservadora. El único espacio concedido a la oposición quedó en manos de Jaime Andrés Tocora Lozano, del Pacto Histórico, quien ocupará la segunda vicepresidencia sin mayor margen de maniobra frente a un escenario claramente dominado por la colectividad rival.

Esta configuración ratifica un reacomodo interno que favorece a las fuerzas políticas cercanas a la Gobernación, generando un ambiente donde las decisiones cruciales dependerán, en gran medida, de la cohesión conservadora en los debates que se aproximan.

El panorama para 2026 se perfila tenso y cargado de movimientos estratégicos. Otálora, ahora al mando de la mesa directiva, asume el desafío de mantener unidas a las bancadas que respaldan al gobierno departamental y evitar fisuras que puedan alterar el equilibrio interno.

Por su parte, el Pacto Histórico —aunque logró asegurar un espacio menor en la mesa— enfrenta un reto mayor: pasar de una posición tímida a una oposición más articulada que pueda incidir en temas claves como presupuesto, control político y proyectos estratégicos para el Tolima.

La nueva Mesa Directiva entrará en funciones el 1 de enero de 2026. Para analistas, este escenario no solo deja al descubierto la fuerza conservadora, sino la urgencia de que otros sectores políticos encuentren caminos para disputar el poder real dentro de la corporación.

Mientras tanto, los debates que marcarán el próximo año prometen estar llenos de tensiones, alianzas inesperadas y discusiones que definirán el rumbo administrativo y político del departamento.


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