El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, ha anunciado una millonaria inversión de 6.000 millones de pesos para iluminar siete municipios del departamento durante la temporada navideña, con el objetivo de aumentar el turismo en un 30%. De esta cifra, 1.750 millones serán destinados al tradicional Aguinaldo Boyacense en Tunja, evento que atrae a miles de visitantes cada año.
El proyecto
contempla una significativa mejora del alumbrado navideño en varias localidades, y hay propuestas para ampliar el presupuesto hasta los 9.000 millones de pesos, con el fin de incluir más municipios y generar empleo temporal en la región. Sin embargo, la medida no ha generado gran felicidad en todos los sectores de la comunidad.
Varios ciudadanos de Tunja y otros municipios boyacenses han expresado su inconformidad ante lo que consideran un gasto innecesario y poco prioritario. A pesar del impacto positivo que podría tener en el turismo, muchos critican que los recursos destinados a la iluminación podrían haberse invertido en proyectos más urgentes como la mejora de las vías de comunicación, la infraestructura local o el acceso a servicios básicos como agua potable y electricidad, problemas que afectan a una gran parte de la población.
Voces
«La Navidad es una época de celebración, pero necesitamos soluciones reales para problemas como el mal estado de las carreteras y la falta de empleo estable en la región», mencionaron algunos habitantes de Tunja. Además, hay preocupación sobre el impacto económico que podría generar el incremento en los costos de los servicios públicos, especialmente la electricidad, al sumar el alto consumo derivado de la decoración navideña.
El debate está abierto entre los que apoyan la tradición cultural y aquellos que consideran que la inversión en alumbrado navideño debería evaluarse dentro de un contexto más amplio que contemple las necesidades estructurales del departamento. Mientras se espera la distribución final de los recursos y la ejecución de los proyectos, los boyacenses siguen atentos al impacto que esta inversión tendrá en el bienestar de la comunidad a largo plazo.
En definitiva, la iluminación navideña promete dar colorido y vida a las festividades, pero muchos esperan que el gobierno también mire hacia las necesidades más urgentes del departamento, para lograr un desarrollo integral y duradero para sus habitantes.
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