CONTRATAN HIJO DE HURTADO

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Nicolás Galeano fue vinculado a Infibagué con un convenio de $16,8 millones.

La administración de Andrés Fabián Hurtado concluyó en el calendario, pero no en el poder real. Aunque Ibagué eligió nueva mandataria, la estructura de gobierno sigue operando bajo la lógica del continuismo. La alcaldesa Johana Aranda, lejos de marcar diferencias con su antecesor, parece decidida a conservar la red clientelista que la impulsó al poder. Prueba de ello es la contratación de Nicolás Andrés Hurtado Galeano, hijo del exmandatario, en el Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Ibagué, Infibagué.

Historia

Desde el 11 de marzo de 2025, Nicolás Hurtado fue vinculado por contrato de prestación de servicios para “apoyar el plan comercial” del instituto. El valor del contrato asciende a $16.800.000, divididos en siete pagos mensuales de $2.400.000. La firma autorizada para esta contratación es Edilberto Pava Ceballos, actual gerente de Infibagué y ficha clave del ‘hurtadismo’ en la administración pública.

¿Omisión?

Un detalle no menor es que en el contrato, el joven aparece como Nicolás Andrés Hurtado Barrera, mientras que en el carné institucional se identifica con su nombre completo, incluyendo el apellido de su madre: Galeano. La omisión podría ser deliberada, buscando evadir cuestionamientos sobre nepotismo o conflicto de intereses.

Supervisión

El contrato es supervisado por Manuela Lucía Gómez Guacanéz, actual directora de Financiamiento y Desarrollo Empresarial del Instituto. Gómez es pareja de Juan Esteban Espinel, secretario general del Concejo y cercano al exrepresentante ‘Choco’ Hernández, político conservador que respaldó a Aranda pese a la línea oficial de su partido.

Lo anterior pone de relieve que las decisiones administrativas siguen respondiendo a intereses de un bloque político que ha sabido perpetuarse. El hijo del exalcalde no es el único favorecido: múltiples dependencias locales siguen empleando a familiares, amigos y aliados del grupo que gobernó entre 2020 y 2023.

División

Con el nombre de Aranda en los decretos, pero la sombra de Hurtado en cada despacho, Ibagué sigue atrapada en un modelo de gobierno patrimonial. Una maquinaria que disfraza su continuidad con caras nuevas, pero que mantiene intactas las prácticas de siempre. Aquí el poder no cambia: se traslada entre los mismos apellidos.


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