Ejecución crítica y desequilibrios en la distribución de los recursos étnicos
De acuerdo con el más reciente informe de la Dirección de Estudios Intersectoriales de Políticas Públicas Focalizadas y el Grupo de Vigilancia y Control Fiscal de Regalías, la ejecución de los fondos dirigidos a los Pueblos Indígenas, comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras (NARP), así como al Pueblo Rrom, presenta resultados alarmantes.
El reporte revela que desde la creación de la asignación étnica en 2021, las comunidades NARP no han ejecutado un solo proyecto, mientras que los Pueblos Indígenas solo han desarrollado 33 iniciativas, con una inversión de $239.976 millones. Por su parte, el Pueblo Rrom ha ejecutado $91.812 millones en 20 proyectos, a pesar de representar apenas el 0,006% de la población nacional.
La Contraloría advierte sobre una concentración irregular de contratos en una única empresa sin vínculo étnico, e incluso detectó un proyecto financiado en el Chocó, pese a que en esa región no existe presencia del Pueblo Rrom, lo que genera preocupación sobre el control y la pertinencia de los proyectos aprobados.
Asimismo, el informe evidencia sesgos geográficos y técnicos: los proyectos indígenas se concentran en territorios con mayor capacidad institucional, mientras que los recursos para el Pueblo Rrom se localizan principalmente en Córdoba y Bogotá, alejándose de los territorios con mayores niveles de vulnerabilidad y necesidades básicas insatisfechas.
Recomendaciones para garantizar equidad y autonomía en la gestión de regalías
La Contraloría propone una serie de medidas orientadas a fortalecer la planeación, la participación comunitaria y la eficiencia en el uso de los recursos étnicos. El informe sugiere revisar los mecanismos de focalización geográfica y poblacional, con el fin de asegurar que las inversiones lleguen efectivamente a los territorios más rezagados y con mayores necesidades sociales.
De igual forma, el ente de control recomienda fortalecer los procesos de planeación participativa, garantizando que las comunidades étnicas tengan un papel activo en la priorización y formulación de proyectos que respondan a sus realidades culturales y territoriales.
Finalmente, el organismo fiscalizador enfatiza que la ejecución de los recursos debe regirse por los principios de equidad, eficacia, eficiencia y respeto a la autonomía de los pueblos étnicos, de modo que el Sistema General de Regalías se consolide como una herramienta efectiva para cerrar brechas históricas y promover el desarrollo integral de las comunidades más excluidas del país.




