Berenice Toro, denunciante.
La comunidad del barrio Jazmín, ubicado al sur de Ibagué, se encuentra inquieta ante la creciente problemática ambiental que afecta a la Quebrada El Salero. Aunque esta fuente de agua abastece el acueducto comunitario, su elevado nivel de contaminación ha generado olores desagradables y ha propiciado la proliferación de zancudos.
Situación
Ante esta situación, los residentes solicitan de manera urgente la intervención de las autoridades ambientales y del Instituto de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué (IBAL). Berenice Toro, vecina del sector, ha expresado su inquietud por la falta de soluciones ante este grave problema de salubridad. A pesar de promesas previas sobre la canalización por parte de Cortolima, la situación persiste sin mejoras evidentes. Incluso, a la empresa, vinculada al proyecto vial de doble calzada Ibagué-Cajamarca, propuso la canalización, pero lamentablemente, la iniciativa no se llevó a cabo. La comunidad manifiesta creciente descontento debido a la falta de compromiso y control sobre la situación.
Respuestas
En ese lugar, se denota la descarga directa de aguas residuales provenientes de tuberías conectadas directamente a la quebrada. Este comportamiento irresponsable intensifica la contaminación del afluente, aumentando la amenaza para la salud de los residentes y la calidad del agua. Frente a este panorama, se hace un llamado urgente a Cortolima y a la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo del municipio para que asuman la responsabilidad que les corresponde en la protección del recurso hídrico y para mejorar las condiciones de saneamiento básico en la región. La comunidad espera con ansias respuestas y acciones concretas para resolver esta problemática que impacta directamente en su calidad de vida.




