La comunidad del barrio Terrón Colorado, ubicado en el oeste de Cali, se encuentra profundamente consternada tras la repentina muerte de Norberto Ortiz Restrepo, un hombre reconocido en la zona por su labor altruista de protección animal. El deceso ocurrió en su vivienda, ubicada en la carrera 8B Oeste con calle 15, donde convivía con 14 perros y 12 gatos rescatados.
Norberto era considerado un guardián silencioso de los animales abandonados del sector. Durante más de una década, dedicó su vida al rescate, cuidado y alimentación de perros y gatos callejeros, a menudo usando los pocos recursos que tenía para garantizarles comida, medicinas y refugio.
Su muerte generó no solo tristeza entre los vecinos, sino también una fuerte preocupación por el destino de los animales que él mantenía en su hogar. La mayoría de ellos no están esterilizados ni vacunados, y requieren atención inmediata para evitar complicaciones de salud y problemas de convivencia.
Ante esta situación, Edinson Gaviria, un taxista del mismo barrio y amigo cercano de Norberto, asumió de manera voluntaria el cuidado temporal de las mascotas. “No podía dejarlos solos. Norberto se desvivía por ellos y no es justo que ahora queden desamparados”, afirmó Gaviria, mientras repartía agua y comida entre los animales.
La vivienda donde ocurrió el deceso era modesta y tenía señales evidentes del esfuerzo de Norberto por mantener a sus compañeros peludos en condiciones dignas. En el lugar se encontraron camitas improvisadas, recipientes de comida reciclados y carteles con frases de amor hacia los animales.
Según versiones de vecinos, Norberto Ortiz habría sufrido un paro cardíaco fulminante. Aún se esperan los resultados del dictamen forense para establecer la causa exacta de su fallecimiento. El cuerpo fue hallado por un niño del sector que acostumbraba ayudarle a alimentar los animales.
La noticia corrió rápidamente entre los residentes del sector, y varias personas se acercaron para brindar apoyo a Gaviria y llevar donaciones como concentrado, agua, cobijas y medicamentos básicos. Sin embargo, la comunidad reconoce que esta ayuda es temporal y hace falta una solución estructural.
Líderes barriales solicitaron la intervención de la Unidad de Protección Animal de la Alcaldía de Cali y de fundaciones protectoras de animales para que se haga un censo de los animales, se garantice su atención veterinaria y se estudie la posibilidad de adopciones responsables.
“Norberto no tenía familia cercana. Su familia eran estos animales. Lo mínimo que podemos hacer es honrar su memoria cuidando lo que él más amaba”, expresó Martha Lucía Ríos, vecina del sector, mientras acariciaba a uno de los perros.
La historia de Norberto ha conmovido a muchos caleños a través de redes sociales, donde vecinos han comenzado a difundir fotos del hombre en vida y de los animales que rescató, pidiendo apoyo ciudadano e institucional para evitar que los peludos terminen nuevamente en las calles.
Organizaciones como Defensa Animal Cali y Red de Hogares de Paso han manifestado su intención de colaborar, pero señalan que necesitan recursos, espacios y apoyo gubernamental para recibir a todos los animales. Por ahora, las ayudas se están canalizando a través de Edinson Gaviria.
“Esto no puede terminar aquí. Norberto merece un homenaje y sus animales, un hogar. Su labor fue silenciosa, pero su legado debe ser eterno”, concluyó un joven voluntario que ayudaba a limpiar el espacio donde vivían los perros y gatos.
La comunidad también ha planteado la idea de nombrar una calle o parque del barrio en honor a Norberto, como símbolo del amor incondicional por los animales. Además, se está organizando una velatón para rendirle tributo el próximo fin de semana frente a su casa.
El caso ha dejado en evidencia la falta de redes institucionales para responder ante emergencias de este tipo, especialmente en zonas vulnerables donde la protección animal recae casi por completo en manos de particulares de buen corazón.
Vecinos temen que si no se actúa pronto, la salud de los animales empeore o que sean víctimas de envenenamiento o abandono. Algunos ya han manifestado interés en adoptar, pero solicitan jornadas de vacunación y asesoría veterinaria antes de llevarlos a casa.
Desde el Concejo Municipal, el concejal Daniel Cardona expresó en un trino su pesar por el fallecimiento de Norberto y aseguró que presentará una propuesta para fortalecer la red distrital de hogares de paso para animales de compañía.
La situación también ha despertado la reflexión sobre la necesidad de crear un fondo de emergencia para cuidadores de animales comunitarios. Personas como Norberto, que entregan su vida al cuidado de los más vulnerables, merecen acompañamiento del Estado y reconocimiento social.
En el barrio Terrón Colorado, la tristeza es profunda, pero también hay una creciente voluntad de unión. Vecinos que antes no se conocían, hoy comparten tareas de limpieza, alimentación y cuidado, impulsados por el recuerdo de un hombre bueno que vivió por y para los animales.



