La tarde del lunes quedó marcada por la tragedia en el barrio Ciudad Córdoba, al oriente de Cali, cuando Samuel Valencia Mosquera, un joven de 24 años conocido por su carácter alegre y espíritu solidario, fue asesinado de manera violenta. Un disparo en el pecho, efectuado sin mediar palabra, le arrebató la vida y dejó a una comunidad entera sumida en el dolor.
El hecho ocurrió pocos minutos después de que Samuel saliera de su vivienda. Testigos afirman que un hombre armado se le acercó y, sin previo aviso, accionó el arma. El proyectil impactó directamente en su pecho, provocando una herida letal.
Vecinos y transeúntes, conmocionados, auxiliaron al joven y lo trasladaron de urgencia al Hospital Universitario del Valle. Allí, los médicos realizaron maniobras de reanimación durante varios minutos, pero finalmente confirmaron su fallecimiento debido a la gravedad de la lesión.
El ataque ha generado indignación en la comunidad de Aguablanca, donde Samuel era considerado un ejemplo de perseverancia. Amigos y familiares lo describen como un joven trabajador, con sueños claros y un profundo sentido de compromiso con su barrio.
“Era un muchacho tranquilo, siempre dispuesto a ayudar. Esto no tiene explicación”, expresó entre lágrimas una vecina que lo vio crecer. Las redes sociales también se inundaron de mensajes de despedida y exigencias de justicia.
Las autoridades iniciaron de inmediato las investigaciones para identificar y capturar al responsable. Según fuentes policiales, no se descarta que el hecho esté relacionado con conflictos locales, aunque todas las hipótesis permanecen abiertas.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali aseguró que se reforzará la presencia policial en la zona y que se han desplegado unidades de inteligencia para seguir la pista de los posibles implicados. “No descansaremos hasta dar con el autor material de este crimen”, puntualizó.
En el Hospital Universitario del Valle, la dirección médica emitió un comunicado lamentando la muerte de Samuel y reconociendo el esfuerzo del personal sanitario por salvar su vida. Asimismo, expresaron condolencias a la familia y reiteraron su compromiso con la atención de urgencias vitales.
Familiares y allegados convocaron para esta noche una vigilia en honor a Samuel. La cita será en el parque central del barrio, donde se encenderán velas y se recordarán las anécdotas que mejor reflejaban su espíritu alegre y generoso.
Este asesinato, más allá de la pérdida personal, se suma a las cifras preocupantes de homicidios en Cali, donde en los últimos meses la violencia ha cobrado la vida de decenas de jóvenes. Líderes comunitarios insisten en que la ciudad necesita con urgencia estrategias integrales de seguridad.
La historia de Samuel Valencia Mosquera es un recordatorio de que detrás de cada estadística hay vidas truncadas y familias devastadas. Para muchos, su muerte representa un llamado urgente a frenar la violencia que golpea a los sectores más vulnerables.
Mientras la investigación avanza, Aguablanca permanece en duelo. El vacío que deja Samuel será difícil de llenar, pero sus vecinos aseguran que su recuerdo vivirá como símbolo de unión, resiliencia y la lucha constante por un entorno más seguro.




