En el marco del Día Internacional de la Juventud, que se conmemora cada 12 de agosto, se hace un llamado a reconocer el papel fundamental de los jóvenes en el presente y el futuro de la sociedad. Esta etapa es una de las más activas física y mentalmente, por lo que mantener hábitos saludables, en especial en términos de nutrición, es crucial para construir una vida plena y con bienestar sostenido a lo largo del tiempo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Además, la ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico. Para evitar un aumento malsano de peso, las grasas no deberían superar el 30 % de la ingesta calórica total, y limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10 % de la ingesta calórica total (idealmente por debajo del 5 %) forma parte de una alimentación saludable. Asimismo, mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios (menos de 2 g de sodio) ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el riesgo de cardiopatías y accidente cerebrovascular entre la población adulta.
Clara Lucía Valderrama, nutricionista, dietista e integrante del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife, destaca que “la juventud es una etapa clave en la que los hábitos se consolidan, y una alimentación adecuada tiene un impacto directo en el rendimiento físico, el enfoque mental, la salud emocional y la prevención de enfermedades futuras.”
Desde su experiencia, Valderrama enfatiza que la alimentación de los adultos jóvenes debe ser variada, balanceada y adecuada a su nivel de actividad, haciendo énfasis en la importancia de incluir fuentes de proteína de calidad, carbohidratos complejos, grasas saludables, así como frutas y verduras en cada comida.
“Uno de los errores más comunes es saltarse comidas o recurrir a opciones poco nutritivas por falta de tiempo o información. Por eso, es importante planear las comidas del día, incluyendo opciones prácticas y equilibradas para los momentos de mayor desgaste físico o mental”, indicó la especialista.
En el mismo sentido, una buena alternativa para comenzar el día con energía puede ser un desayuno con proteínas, frutas y cereales integrales. Algunas personas optan por batidos nutricionales como el Fórmula 1 de Herbalife para complementar el desayuno, alternativa que pueden integrarse dentro de una alimentación balanceada como una opción práctica al iniciar el día.
Asimismo, la alimentación de esta generación se adapta a rutinas activas, entornos digitales y estilos de vida en constante movimiento. Muchos jóvenes combinan sus estudios o trabajos con entrenamientos, salidas al aire libre, clases de baile, yoga o caminatas, por lo que la planeación de las comidas y el uso de refrigerios equilibrados se vuelve una herramienta clave para sostener la energía y el bienestar durante la jornada.
Asimismo, Valderrama recuerda que las “medias nueves” o refrigerios saludables entre comidas ayudan a mantener la concentración y evitar caídas de energía durante el día. Opciones como frutas, yogur natural o snacks con proteína, como las Barras Proteicas sabor vainilla y almendras de Herbalife, pueden resultar funcionales para apoyar la saciedad y mantenerse activo en el día.
Finalmente, Valderrama insiste en que la hidratación y el descanso también hacen parte del bienestar integral en esta etapa de la vida. “Beber suficiente agua, realizar actividad física frecuente y dormir bien son prácticas que complementan una alimentación saludable y potencian el bienestar a largo plazo”, puntualizó.
En conclusión, una alimentación equilibrada durante la juventud no solo impacta de manera inmediata el rendimiento físico y mental, sino que también sienta las bases para un futuro más saludable y activo, pues esta etapa de la vida es clave para consolidar hábitos que perduren, adoptando decisiones informadas, equilibradas y sostenibles que pueden marcar una diferencia significativa a largo plazo.




