El salmón ofrece numerosos aportes nutricionales, por lo que se recomienda su consumo en dietas enfocadas en alimentos sanos y saludables. Sin embargo, no basta con que los especialistas en nutrición lo recomienden; es crucial cocinarlo adecuadamente para aprovechar al máximo sus componentes. Aquí te presentamos algunas de las mejores formas de prepararlo:
La plancha es una excelente opción para evitar que el salmón pierda sus nutrientes. De acuerdo con el portal okadiario.com, sigue estos consejos para lograr un resultado perfecto:
- Es preferible no usar aceite, pero si decides hacerlo, añade solo unas gotas al final de la cocción para evitar que el salmón absorba demasiada grasa.
- Cocínalo siempre a fuego moderado, ya que el calor alto puede coagular las proteínas del salmón y hacer que pierda sus nutrientes.
Otra alternativa recomendada es envolver la pieza de pescado en papel de aluminio con un poco de aceite y hornearla durante aproximadamente una hora para que se cocine con sus propios jugos. Cocinar el salmón al vapor también es una excelente opción: simplemente coloca la pieza en agua hirviendo hasta que esté tierna.
Aunque otras técnicas como el wok, el vacío o el microondas también son viables, es posible que se pierdan algunos nutrientes. ¿Cuáles son los beneficios de comer salmón? El portal mundodeportivo.com menciona algunos:
- El salmón es rico en ácidos grasos omega-3, que según el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, son beneficiosos para la salud cardiovascular y proporcionan energía al cuerpo.
- Consumir hasta 100 gramos de salmón puede aportar unos 20 gramos de proteína, lo que ayuda a fortalecer la masa muscular.
- El salmón contiene triptófano, un aminoácido que contribuye a la producción de melatonina y serotonina, regulando el sueño y el estado de ánimo.
- Es rico en astaxantina, un antioxidante que protege las células y ayuda a prevenir enfermedades.
- Además, es una buena fuente de vitaminas A, C y B, que ayudan al cuerpo a absorber el calcio y a mantener niveles adecuados de energía para las actividades diarias.




