El Consejo de Estado ratificó la nulidad de la elección de Jaime Beltrán como alcalde de Bucaramanga, decisión que lo inhabilita de manera definitiva para continuar en el cargo. La determinación fue tomada tras comprobarse que Beltrán incurrió en una inhabilidad por haber ejercido funciones contractuales con una entidad estatal dentro del año anterior a su inscripción como candidato, lo cual viola la normatividad electoral colombiana. Aunque el político había presentado recursos para frenar la anulación, el alto tribunal los desestimó, dejando en firme la decisión y generando un cambio abrupto en el panorama político de la ciudad.
Ante este fallo, Bucaramanga entra en un periodo de transición institucional mientras se define quién asumirá la Alcaldía, ya sea mediante encargo temporal o una eventual elección atípica. La decisión ha generado reacciones mixtas entre los sectores políticos locales: algunos celebran el respeto al régimen electoral, mientras otros denuncian una supuesta persecución judicial. Por ahora, la administración de la capital santandereana enfrenta retos de gobernabilidad, mientras la ciudadanía observa con expectativa los pasos a seguir en medio de un clima marcado por la incertidumbre y la necesidad de estabilidad.




