Un emotivo momento se vivió en las últimas horas en el departamento del Cauca, cuando una joven contratista que había sido secuestrada fue finalmente liberada y pudo abrazar nuevamente a su familia. Su padre, con la voz entrecortada y visiblemente conmovido, agradeció a todas las personas e instituciones que hicieron posible el retorno de su hija.
«Gracias infinitas a quienes no se rindieron y nos ayudaron a tenerla de nuevo con vida», expresó el hombre, mientras sostenía entre sus brazos a la joven que permaneció varios días en poder de un grupo armado ilegal.
La mujer, cuyo nombre se mantiene en reserva por motivos de seguridad, había sido retenida mientras cumplía labores en una zona rural del Cauca. Tras una serie de esfuerzos coordinados entre organismos humanitarios y autoridades, se logró su liberación sin que se presentaran enfrentamientos.
La noticia ha generado alivio entre familiares, compañeros de trabajo y comunidades cercanas, quienes durante días se unieron en cadenas de oración y acciones de presión pacífica para exigir su libertad.
Este caso pone nuevamente sobre la mesa la preocupante situación de seguridad que enfrentan trabajadores del sector público y privado en varias regiones del suroccidente colombiano, donde las disidencias y otros grupos armados continúan vulnerando los derechos fundamentales de la población civil.
