La violencia volvió a golpear a Nariño. Dos jóvenes, identificados como Adrián Marcillo (30 años) y Paola Tobar (19 años), perdieron la vida en un hecho registrado en la vía Panamericana, en límites con el Cauca, donde la población civil continúa siendo víctima del conflicto armado.
Según versiones preliminares, las víctimas se transportaban en un vehículo tipo turbo refrigerado con un cargamento de queso, avaluado en cerca de 30 millones de pesos, cuando fueron detenidos en un presunto retén ilegal instalado por hombres armados al margen de la ley.
En el marco de un enfrentamiento entre integrantes de un grupo armado ilegal y tropas del Ejército Nacional, los jóvenes habrían sido sacados del vehículo y presuntamente asesinados en medio de circunstancias aún confusas. De acuerdo con los reportes, sus cuerpos aparecieron calcinados, lo que ha generado gran consternación en la comunidad.
Los restos fueron trasladados hasta la morgue de Popayán, donde las autoridades forenses adelantan los procesos de identificación oficial y los familiares realizan los trámites correspondientes.
Este presunto crimen refleja la grave situación de orden público que se vive en el Cauca y el sur del país, donde la población civil queda atrapada en medio de la confrontación armada.
Las autoridades locales y judiciales informaron que se adelantan las investigaciones para esclarecer lo ocurrido y dar con los responsables de este repudiable hecho, que ha causado indignación en Nariño, especialmente en el municipio de Guachucal, lugar de origen de las víctimas.
