El estado de California sigue impactado tras conocerse los detalles del juicio contra Zarbab Ali, quien fue declarado culpable del asesinato de su exesposa, Rachel Castillo, y de la posterior profanación de su cuerpo. El caso, ocurrido en 2022 pero recién sentenciado, ha sido catalogado como uno de los crímenes más perturbadores de los últimos años en el condado de Ventura.
Un crimen planificado y ejecutado con extrema violencia
La noche del 10 de noviembre de 2022, Zarbab Ali ingresó al apartamento de Rachel Castillo en Simi Valley. Según las pruebas presentadas en el juicio, Ali apagó las luces del lugar y esperó a que la joven saliera de su dormitorio. Cuando ella apareció, él la atacó con un cuchillo y la apuñaló repetidamente hasta provocarle la muerte.
Después del asesinato, Ali envolvió el cuerpo, lo trasladó en su vehículo y lo enterró en una zona desértica de Antelope Valley, en una fosa poco profunda.
La confesión que estremeció al jurado
Durante el juicio se presentaron grabaciones en las que Ali hacía una confesión detallada y estremecedora. En ellas reconoció que, horas después del asesinato, regresó al lugar donde había enterrado el cuerpo, lo desenterró y lo profanó sexualmente antes de volver a cubrirlo con tierra.
En dichas grabaciones, Ali pronunció una frase que marcó el proceso judicial:
“Soy un monstruo.”
Veredicto y sentencia
El jurado determinó que Ali actuó con premeditación y acecho, por lo que fue declarado culpable de asesinato en primer grado. También fue responsabilizado por la profanación del cadáver.
La sentencia —programada para principios de 2026— apunta a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Quién era Rachel Castillo
Rachel Castillo, de 25 años, era madre de dos niños pequeños y trabajadora del sector social. Estudiaba una maestría y se dedicaba a ayudar a víctimas de violencia doméstica, un detalle que volvió su asesinato aún más doloroso para la comunidad.
Estaba en proceso de separación de Ali, con quien tenía una relación marcada por conflictos previos.
Un caso que reabre el debate sobre la violencia de género
La crudeza del crimen generó indignación dentro y fuera de California. Organizaciones comunitarias, autoridades y ciudadanos han insistido en reforzar los mecanismos de protección para mujeres en situaciones de riesgo, especialmente en contextos de separación o disputas familiares.
El caso Castillo se suma a la creciente lista de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en Estados Unidos, y vuelve a poner en evidencia la necesidad de políticas más contundentes y herramientas efectivas para prevenir la violencia intrafamiliar.




