En un emotivo acto, el obispo de la Diócesis de Tumaco, Orlando Olave conmemoró siete años desde su ordenación episcopal por el Papa Juan Pablo II, ha sido reconocido por su incansable labor en pro de la paz en la región de la Costa Pacífica nariñense.
El 6 de mayo de 2017 marcó un nuevo comienzo en la vida de Olave, quien recuerda con emoción aquel día en el que recibió la ordenación episcopal. «Fue un regalo de Dios merecido. Me sentí muy feliz por la alegría de la gente, la bienvenida”, declaró.
Desde su llegada al municipio, se ha dedicado a conocer de cerca la realidad de las comunidades y ha trabajado arduamente por llevar un mensaje de esperanza y reconciliación.
En medio de las difíciles circunstancias de violencia que han afectado a la región, el Obispo Olave ha reafirmado su compromiso con la construcción de la paz. «La idea es que hagamos presencia en los momentos difíciles irradiando la presencia de Dios», afirmó.
«Cada uno de los municipios tiene cosas majestuosas; las bondades y potencialidades de esta región son únicas», enfatizó. A pesar de las adversidades, Olave resalta la riqueza espiritual, cultural y gastronómica de la región, que la hacen un lugar diferente.
En un gesto de reconciliación y perdón, invitó a seguir trabajando juntos por un futuro de esperanza y prosperidad para la Costa Pacífica nariñense, un territorio olvidado y perturbado por la violencia.




