Un nuevo caso de corrupción ha salido a la luz en el Valle del Cauca, involucrando a destacados congresistas del país. Entre los señalados se encuentra el senador del partido de la U, Juan Carlos Garcés, quien figura en una lista de políticos presuntamente implicados en un entramado de corrupción relacionado con la adjudicación de contratos de infraestructura vial. Este escándalo se desató tras el testimonio de María Alejandra Benavides, exasesora del exministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Durante su declaración ante la Fiscalía, Benavides reveló información que compromete a varios senadores y representantes en un esquema que podría superar en magnitud al escándalo de la UNGRD. Según sus declaraciones, los contratos adjudicados habrían sido manipulados para beneficiar a ciertos intereses políticos y económicos, generando un impacto significativo en la opinión pública.
Entre los nombres mencionados por Benavides se encuentran figuras como Juan Loreto Gómez, Olga Lucía Velásquez, Katherine Miranda, Wilmer Ramiro Carrillo, y otros congresistas de diferentes partidos. Además, la lista incluye a senadores de renombre como Juan Pablo Gallo, Efraín Cepeda y Karina Espinosa, lo que ha generado un fuerte revuelo en el ámbito político nacional.
El caso, que involucra al Instituto Nacional de Vías, ha puesto en el centro del debate la transparencia en la adjudicación de contratos públicos. Las autoridades han iniciado investigaciones para determinar el alcance de las irregularidades y las posibles sanciones para los implicados. Este escándalo podría marcar un antes y un después en la lucha contra la corrupción en Colombia.
Por su parte, los congresistas mencionados han comenzado a emitir comunicados negando su participación en los hechos y asegurando que colaborarán con las investigaciones. Sin embargo, la presión pública y mediática sigue en aumento, exigiendo respuestas claras y contundentes.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y supervisión en la gestión de recursos públicos, así como de garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales correspondientes. La ciudadanía espera que este escándalo no quede impune y que se tomen medidas para prevenir futuros actos de corrupción.



