Ya se cumplen 19 días del conflicto entre Ucrania y Rusia que ha obligado a la salida del país de unos 2.8 millones de civiles ucranianos que huyen de la guerra al igual que los fuertes bombardeos. Todo esto luego de un fin de semana sangriento.
El Ejército ucraniano dijo que las tropas rusas estaban tratando de afianzarse en las posiciones ocupadas, mantener el ritmo de su ofensiva y prepararse para nuevos ataques.
«El enemigo está formando y trasladando reservas estratégicas a nuestras fronteras», dijo el estado mayor ucraniano.
Kharkiv, Sumy y el suburbio de Kiev de Browari han sido los nuevos blancos de los rusos para seguir hacia tomar el control de Kiev.
El gobierno ucranio se mantiene funcional, el sistema bancario estable y la deuda viable a corto plazo, pero la guerra provocada por Rusia hunde a Ucrania en una recesión sin precedentes.
Por tal motivo, el Fondo Monetario Internacional aseguró que está en peligro «la seguridad alimentaria» mundial.
«Como mínimo», el PIB ucranio se contraerá en torno a un 10% en 2022 suponiendo una «resolución rápida» del conflicto y gracias a una ayuda internacional «sustancial», según una primera estimación del Fondo Monetario Internacional.
La incertidumbre que rodea a estas proyecciones es «enorme», subraya la institución. Y, si el conflicto se estancara, según la historia de las guerras pasadas en Líbano, Irak, Siria o Yemen, el PIB de Ucrania podría caer entre un 25 y un 35%, mucho más que la contracción del 10% registrada en 2015 en el contexto de la guerra de Crimea.
El año pasado, el crecimiento de Ucrania fue sin embargo del 3.2%, impulsado por la demanda interna y las exportaciones.
Desde la invasión del país por parte del ejército ruso el 24 de febrero, «la economía ucrania ha cambiado radicalmente», subrayó Vladyslav Rashkovan, director ejecutivo del FMI en representación de Ucrania en una declaración al FMI fechada el 9 de marzo y publicada este lunes.

