En el corregimiento de Monopamba, zona rural del municipio de Puerres, más de 240 familias permanecen confinadas debido a los constantes enfrentamientos entre grupos armados ilegales que disputan el control territorial desde hace cerca de un mes.
La alcaldesa Graciela Lucero Hernández confirmó que la comunidad ha recibido panfletos amenazantes en los que se impone un toque de queda no oficial.
“Se han recibido panfletos donde amenazan que nadie debe estar fuera de la casa”, explicó la mandataria local, advirtiendo sobre el temor generalizado que se vive en la zona.
Ante esta grave situación, la Gobernación de Nariño, en articulación con entidades nacionales y locales, realizó una jornada de atención humanitaria integral en las veredas El Verde, La Playa, Desmontes Altos, Desmontes Bajos y Monopamba.
Durante la intervención se entregaron kits alimentarios, elementos de aseo, frazadas, colchonetas y bienestarina a las familias afectadas, que han visto limitada su movilidad y sus medios de subsistencia.
La alcaldesa agradeció el apoyo institucional y envió un mensaje de esperanza:
“Gracias por acordarse de nuestro territorio y por traer alivio a las familias desplazadas y confinadas. Anhelamos la paz para que nuestros hijos tengan un buen presente y un mejor futuro”, expresó Lucero Hernández.
El municipio de Puerres se suma así a otras zonas del sur de Nariño que viven una compleja crisis humanitaria derivada del recrudecimiento de la violencia en los territorios fronterizos.




