Qué pasó
- El Tribunal Superior de Antioquia revocó una absolución previa y condenó en segunda instancia a Santiago Uribe Vélez a 28 años y 3-4 meses de prisión por su participación en la creación y financiación del grupo paramilitar Los Doce Apóstoles.
- Los delitos por los que fue condenado incluyen homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y delitos de lesa humanidad.
- Además de la pena de prisión, la sentencia incluye: multa por 6.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, inhabilidad para ejercer cargos públicos por 20 años y prohibición para porte y tenencia de armas por cierto tiempo.
- Con esto la justicia considera probado que Santiago Uribe Vélez fue jefe de un grupo armado ilegal que cometió masacres, asesinatos y otros crímenes durante los años 90 en el norte de Antioquia.
Reacciones oficiales y contexto político
- El mismo expresidente Álvaro Uribe se refirió al fallo: dijo que sentía “profundo dolor” por la condena de su hermano, pidió respeto por la decisión judicial y clamó por ayuda divina.
- Por otro lado, líderes políticos que apoyan los derechos de las víctimas y la lucha contra la impunidad celebraron la condena como un paso importante para la verdad, la justicia y la reparación histórica.
- La condena llega en un momento delicado del debate político en Colombia y representa un golpe simbólico para la figura del expresidente Uribe, dado que involucra a su hermano.
Importancia del fallo
También reaviva debates sobre responsabilidad histórica, memoria, justicia transicional y la relación entre política, paramilitarismo y violencia en Colombia.
La decisión marca un precedente clave en los juicios contra miembros de élites vinculadas — o acusadas de vinculación — con grupos paramilitares: demuestra que no hay impunidad automática incluso para personas con alto perfil.
Para las víctimas y sus familiares puede ser un paso hacia reconocimiento, verdad y posible reparación — muchos de los crímenes de “Los Doce Apóstoles” ocurrieron hace décadas.
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