Este miércoles inició oficialmente en el Vaticano el Cónclave 2025, el histórico proceso en el que se elige al próximo líder de la Iglesia Católica. A las 16:15 (hora de Roma), se cerraron las puertas de la Capilla Sixtina, marcando el comienzo de las votaciones secretas que determinarán quién sucederá al papa Francisco.
Un total de 133 cardenales, todos menores de 80 años, participan en esta elección. Más temprano, en la Basílica de San Pedro, se celebró la misa “Pro eligendo Pontifice”, dirigida por el cardenal Giovanni Battista Re, quien llamó a los electores a actuar con responsabilidad, fe y discernimiento.
Los cardenales caminaron en procesión desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, entonando cantos tradicionales como el Veni Creator Spiritus para pedir guía divina. Tras prestar juramento de secreto, se escuchó la frase “Extra omnes” —que en latín significa “todos fuera”—, lo que dio paso al encierro oficial.
Desde ahora, los cardenales están incomunicados del mundo exterior. Se les retiraron teléfonos y dispositivos electrónicos, y se han instalado inhibidores de señal en el área para evitar filtraciones. La elección requiere una mayoría de dos tercios.
Mientras tanto, el mundo está atento al humo que saldrá por la chimenea de la Capilla Sixtina: negro si no hay consenso y blanco cuando se haya elegido al nuevo pontífice.
