Una noche que prometía música, alegría y unidad comunitaria terminó envuelta en el caos y la incertidumbre en el municipio de Toribío, al norte del departamento del Cauca. El concierto del reconocido cantante de música popular Luisito Muñoz, que hacía parte de la programación oficial de la 4ª Feria Regional, Intercultural, Agropecuaria, Turística y Agroindustrial “Toribío, cuidemos la vida”, fue abruptamente interrumpido por una balacera que obligó a los asistentes a lanzarse al suelo o correr para ponerse a salvo.
El evento, que tenía como propósito promover la paz, el encuentro entre culturas y la reactivación económica en el territorio, transcurría con normalidad hasta que se escucharon múltiples detonaciones de arma de fuego en las inmediaciones del recinto. En videos compartidos por el público se observa el momento exacto en que se desatan los disparos, mientras el artista se encuentra en tarima. Los asistentes, incluidos niños y adultos mayores, reaccionaron con desesperación tratando de protegerse como podían, escondiéndose entre sillas y tarimas, mientras el sonido de las balas rompía el ambiente festivo.
Hasta el momento, las autoridades municipales y departamentales no han emitido un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido. Tampoco se ha informado si hubo personas heridas ni se han confirmado capturas relacionadas con los hechos. La incertidumbre persiste en la comunidad, que esperaba una noche tranquila en el marco de una feria diseñada para promover la vida, el respeto y la convivencia en un municipio históricamente golpeado por el conflicto armado.
La feria, organizada por la administración municipal en alianza con autoridades indígenas y organizaciones locales, buscaba precisamente mostrar el compromiso de la población con la reconciliación, el desarrollo productivo y el fortalecimiento de los lazos culturales y sociales. Este tipo de actos violentos no solo interrumpen eventos comunitarios, sino que también vulneran el derecho de las comunidades a vivir en paz y con garantías mínimas de seguridad.
Este nuevo episodio de violencia ha generado preocupación entre los habitantes del norte del Cauca, una región donde persisten las tensiones por la presencia de grupos armados ilegales. El hecho pone de nuevo sobre la mesa la necesidad urgente de implementar medidas de protección efectivas para la población civil y de fortalecer las condiciones de seguridad en escenarios comunitarios y culturales. La comunidad espera que se aclaren los hechos y que se retome el propósito original de estas actividades: celebrar la vida y la esperanza.




