Con una tertulia cargada de vivencias y reconocimiento, los comedores comunitarios marcaron el cierre del ‘Mes de la Mujer’ destacando el liderazgo de las gestoras que, día a día, garantizan la alimentación de miles de caleños y fortalecen el tejido social en sus comunidades.
En el comedor Fundautónoma, entre el aroma del café recién servido y la calidez de la conversación, más de 50 mujeres compartieron sus experiencias, reafirmando su papel como agentes de cambio en los territorios.
El encuentro hizo parte de la campaña ‘Cali en Voz de Mujer’, liderada por la Subsecretaría de Equidad de Género, que durante todo marzo promovió iniciativas para visibilizar y fortalecer el liderazgo femenino. Durante la jornada, el Kiosko Violeta ofreció orientación sobre rutas de atención, prevención de violencias basadas en género y asesoría jurídica y psicosocial.
“Estos espacios están pensados para cuidar a quienes cuidan, para fortalecer a las mujeres que, día tras día, velan de manera desinteresada por el bienestar de las personas más vulnerables de la ciudad. Seguimos trabajando para que su labor sea valorada, reconocida y respaldada”, destacó Stefanny Escobar, subsecretaria de Equidad de Género.
Tres momentos clave
Las asistentes participaron en tres momentos diseñados para reconocer su labor y promover su bienestar: un encuentro literario, un espacio de reflexión personal y una experiencia artística.
El equipo psicológico del programa acompañó la jornada, brindando orientación y herramientas para el autocuidado emocional. “La poesía, el arte y el autocuidado fueron clave para movilizar emociones y fortalecer lazos. Se trata de empoderar a las mujeres desde lo que gestan día a día, valorando su labor y entendiendo que son unión, amor y uno de los pilares que sostiene a Cali”, afirmó Karen Castaño, tallerista de la jornada.
Para muchas, este espacio representó una validación de su labor en los comedores comunitarios y en la transformación social. “Darle voz a las mujeres que todos los días, de manera voluntaria, no solo entregan alimentos, sino que también aportan a la construcción de tejido social en comunidades vulnerables, es fundamental para reconocer su labor y su impacto”, expresó Angélica Osorio, líder del equipo psicológico del programa.
