Hasta el próximo lunes 15 de agosto la Sucursal del Cielo vivirá una de las mayores fiestas del país, con el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.
Con el propósito de buscar mejoras para la tranquilidad sonora de los vecinos del sector, el grupo de Calidad Acústica y Laboratorio Ambiental de la Subdirección de Calidad Ambiental instaló un limitador de sonido a los equipos de amplificación de la zona de comidas en la ciudadela, con el fin de mitigar el impacto de ruido emitido en este espacio.
El limitador de sonido o limitador acústico, es un equipo diseñado para actuar en toda la cadena reproductora de sonido, permite controlar el nivel de presión generado por un equipo de música con el fin de no sobrepase los niveles permitidos por las distintas normativas del ruido, limitando todo el espectro de audio, lo que evita cambios en la ecualización del local.
Francy Restrepo, directora del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente – Dagma, se refirió al respecto: “Es nuestra responsabilidad velar por una buena calidad acústica en la ciudad, es por esto que hemos decidido tomar medidas frente a la problemática de ruido presentada en años anteriores en el sector de comidas del festival, tomando el llamado de la comunidad para mitigar el impacto que este genera en el exterior de la Unidad Deportiva”.
El equipo de Calidad Acústica estará realizando durante la temporada de festival operativos de inspección, vigilancia y control, durante los ensayos y presentaciones finales con el fin de garantizar el buen manejo de los decibeles permitidos por la normativa, y así mismo obtener valores que permitan realizar ajustes y mejoras en el espacio.
“A partir de la fecha se adelantarán monitoreos diurnos y nocturnos, proyectándonos a un total de 8 operativos de medición durante la jornada del Petronio Álvarez. El sábado contaremos también con la unidad móvil dentro de la unidad deportiva para tener valores precisos frente a los decibeles del evento” dijo Wilmar Álvarez, coordinador del grupo de Calidad Acústica del Dagma.
María Alejandra Gutiérrez Hernández
