En el norte de México, comunidades rurales del semidesierto de Zacatecas están liderando una iniciativa para recuperar los pastizales que sustentan la vida del águila real, considerada el ave más emblemática del país. Durante años, esta región ha sufrido degradación ambiental debido al sobrepastoreo, la minería y las sequías prolongadas, lo que ha afectado gravemente a la fauna y al equilibrio del ecosistema.
La restauración se impulsa a través de un modelo de manejo sustentable que combina saberes locales con técnicas ecológicas modernas. Se han implementado acciones como la siembra de pastos nativos, la construcción de curvas de nivel para retener humedad y la regeneración del suelo erosionado. Estas medidas permiten mejorar la infiltración de agua, recuperar la cobertura vegetal y crear refugios para especies clave del desierto.
Un componente esencial del proyecto es la recuperación de colonias del perrito llanero mexicano, cuya presencia favorece la regeneración natural de los pastizales y atrae a depredadores como el águila real. De esta manera, se reconstruye la cadena ecológica que mantiene en equilibrio al ecosistema.
Además de los beneficios ambientales, la iniciativa genera empleo temporal, capacitación y sentido de pertenencia en las comunidades participantes. El objetivo es romper el vínculo entre degradación ambiental y pobreza, demostrando que la conservación puede ser también una vía para el desarrollo local.
En esta región del Desierto Chihuahuense, la recuperación del hábitat del águila real simboliza una forma distinta de convivir con la naturaleza: una en la que las personas y la vida silvestre comparten el territorio y prosperan juntas.



