Luego de varios días de bloqueo en la Vía Panamericana, las comunidades indígenas tomaron la determinación de permitir su reapertura. En un acto simbólico, entregaron las llaves que simbolizaban el cierre de la vía, facilitando así el restablecimiento del tránsito.
La protesta, que había generado afectaciones en la movilidad y el abastecimiento de la región, se enmarcó en reclamos por derechos territoriales y el cumplimiento de acuerdos previos con el Gobierno.
Los líderes indígenas señalaron que la decisión de abrir la carretera responde a la voluntad de mantener el diálogo con las autoridades, aunque recalcaron que seguirán atentos al cumplimiento de los compromisos adquiridos.
Por su parte, el Gobierno y otros sectores involucrados reconocieron la importancia de la reapertura, destacando la necesidad de seguir trabajando en soluciones estructurales para evitar futuras afectaciones en la movilidad del suroccidente colombiano.




