Preocupación crece entre los habitantes del norte de Popayán, donde varias comunidades rurales han denunciado cortes constantes e inexplicables en el suministro de energía eléctrica. Según líderes comunales, las interrupciones serían parte de una estrategia de presión ejercida por grupos armados ilegales que operan en la región.
Los pobladores de veredas como [nombres de las veredas, si se conocen] aseguran que los apagones coinciden con movimientos sospechosos en la zona y con la aparición de mensajes intimidantes. “No se trata de fallas técnicas. Aquí hay un patrón que nos preocupa profundamente”, expresó uno de los líderes comunitarios que prefirió mantener el anonimato por seguridad.
Además de dejar a cientos de familias sin luz, los cortes han afectado actividades productivas, el funcionamiento de escuelas y centros de salud, profundizando el sentimiento de abandono estatal.
Las comunidades han solicitado la intervención urgente del Gobierno Nacional, así como garantías para su seguridad. “Necesitamos una solución estructural, no solo promesas. Nos están presionando para callar, y no lo vamos a hacer”, agregaron representantes locales.
Por su parte, las autoridades aún no confirman si existe una relación directa entre los cortes y presiones armadas, pero han anunciado investigaciones para esclarecer lo ocurrido y restablecer el servicio de forma permanente.




