En el corazón de Colombia, las comunidades del Macizo Colombiano están librando una batalla crucial: la protección del río Patía. Este afluente, vital para el ecosistema, se ha convertido en el símbolo de su lucha contra la deforestación y la minería ilegal. Los líderes comunitarios, preocupados por la acelerada pérdida de fauna y flora, han unido fuerzas para crear un frente común en defensa de este recurso.
Su trabajo no solo beneficia a la región, sino que tiene un impacto global. El río Patía es parte de una red hídrica que sostiene la vida de miles de especies, muchas de ellas endémicas. Al protegerlo, estas comunidades no solo aseguran su propio futuro, sino que contribuyen a la conservación de la biodiversidad mundial.
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