Un nuevo caso de maltrato animal indigna a Bogotá. El pasado 27 de agosto, un sujeto ingresó a una vivienda en la localidad de Usaquén y atacó a Negrita, una perrita criolla. El agresor la apuñaló diez veces y además habría cometido abuso sexual en su contra.
Milagrosamente, Negrita sobrevivió y hoy recibe atención médica intensiva para superar las graves heridas. Un informe veterinario detalla las lesiones y advierte que existen indicios claros de agresión sexual. La comunidad, junto con organizaciones animalistas, exige respuestas rápidas de la Fiscalía y del Instituto de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA).
La senadora Andrea Padilla aseguró que acompañará el proceso judicial y que la Red de Juristas por los Animales representará a la familia de la perrita. “Exigimos la aplicación de la Ley Ángel, que contempla agravantes por sevicia y abuso sexual contra animales”, afirmó.
Según el artículo 339C de esa norma, quienes maltraten animales hasta afectar gravemente su salud enfrentan penas de 20 a 42 meses de prisión, multas y prohibiciones relacionadas con la tenencia o cuidado de mascotas. Si el delito incluye sevicia o abuso sexual, la sanción aumenta hasta en tres cuartas partes.
