n medio de crecientes preocupaciones por el estado de la infraestructura sanitaria, los habitantes del corregimiento La Paz, zona rural de Popayán, hacen un llamado a la administración municipal para que cumpla con el compromiso asumido de renovar las redes de alcantarillado, actualmente colapsadas y con más de 30 años de antigüedad.
Los vecinos denuncian que los daños constantes en las tuberías generan rebosamientos de aguas negras, malos olores y riesgos para la salud pública, especialmente en época de lluvias. Aunque la Alcaldía de Popayán ha reconocido la necesidad de intervenir el sistema y ha anunciado recursos para ello, hasta el momento las obras no han comenzado.
«Se hicieron mesas técnicas, vinieron ingenieros, nos prometieron iniciar este año, pero no hay ni maquinaria ni personal en terreno», afirma María Teresa Velasco, lideresa de la comunidad, quien asegura que la paciencia se está agotando.
La problemática afecta no solo la vida cotidiana de los pobladores, sino también el desarrollo de instituciones educativas y centros de salud locales que padecen fallas constantes en el saneamiento básico.
Los líderes comunitarios piden mayor voluntad política y celeridad en la ejecución del proyecto. Mientras tanto, continúan las gestiones para visibilizar su situación ante entes de control y medios de comunicación
