Comunidad de Jamundí exige acciones urgentes tras atentado con carro bomba frente a subestación policial

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Indignación y temor reinan en el municipio de Jamundí (Valle del Cauca) tras el atentado ocurrido el pasado martes 10 de junio, cuando un carro bomba explotó en inmediaciones de la subestación de Policía, ubicada en la carrera 5 con calle 8 del casco urbano. La fuerte detonación dejó varias viviendas afectadas, daños a estructuras oficiales y a vehículos estacionados en la zona.

Aunque por fortuna no se registraron víctimas mortales, la comunidad reclama que el hecho pudo haber tenido consecuencias trágicas y exige al Gobierno Nacional una intervención inmediata para garantizar la seguridad del municipio. “Nos sentimos abandonados”, fue el clamor que se repitió entre los habitantes que resultaron afectados por la onda explosiva.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, fue directamente interpelado por los ciudadanos, quienes le exigieron presencia institucional, acompañamiento psicológico y respuestas concretas. Además, cuestionaron la inacción de la Unidad de Víctimas, entidad que, según afirman, no ha hecho presencia en la zona tras el atentado.

El comandante del Comando Conjunto No. 2 del suroccidente, general Pedro Sánchez, condenó el atentado y declaró que se trata de una retaliación directa por parte de grupos armados ilegales, ante la presencia de la fuerza pública en zonas que históricamente han estado bajo control de estructuras criminales.

“Este ataque es una muestra de la desesperación de los grupos armados que han perdido influencia en los corredores estratégicos”, aseguró el general, al tiempo que enfatizó que se requieren medidas extraordinarias y contundentes para enfrentar esta nueva ola de violencia.

La explosión revivió en los jamundeños el temor de vivir en un territorio en disputa. Muchos padres de familia optaron por no enviar a sus hijos al colegio tras el atentado, mientras comerciantes cerraron sus negocios de forma preventiva ante el temor de nuevos ataques.

La administración municipal activó un plan de contingencia y solicitó apoyo inmediato al gobierno departamental y nacional. La comunidad, sin embargo, insiste en que mientras no se tomen decisiones firmes desde Bogotá, el miedo seguirá gobernando en Jamundí.


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