Florencia, Caquetá – La pavimentación temporal de un tramo de 120 metros en la doble calzada, frente al sector del Carretero, avanza bajo la dirección de la Secretaría de Obras Públicas, liderada por Karla Johanna Liscano. Sin embargo, pese al inicio de las labores, la comunidad mantiene un tono crítico por los constantes retrasos y las soluciones provisionales que, según los ciudadanos, no responden a las necesidades reales de movilidad del sur de la ciudad. El proyecto, que contempla nivelación del terreno y la construcción de un sumidero para mejorar la evacuación de aguas lluvias, se estima que durará alrededor de ocho días. Durante este tiempo, el tráfico se manejará en contraflujo por el carril contrario, medida que ha generado inconformidad entre los conductores, quienes señalan que estas disposiciones improvisadas no alivian el caos vehicular cotidiano.
Vecinos y líderes comunitarios recuerdan que fue necesaria una jornada de protestas y bloqueos para que la administración municipal reaccionara, lo que evidencia la falta de planeación y la escasa capacidad de respuesta frente a problemas que llevan meses afectando la movilidad. “No se trata solo de tapar huecos, necesitamos obras de fondo que den garantías de seguridad y durabilidad”, expresó un habitante de la zona, visiblemente molesto por las demoras. A las críticas se suma la preocupación porque la pavimentación anunciada es únicamente provisional, lo que para la comunidad significa un “paño de agua tibia” frente a un problema estructural. Las lluvias constantes en la región y el alto flujo de vehículos pesados hacen temer que el material asfáltico no resista por mucho tiempo, obligando a repetir la intervención en pocos meses.
Mientras tanto, el compromiso de la Alcaldía sigue en entredicho. La ciudadanía exige mayor claridad en los plazos y recursos para la ejecución de la pavimentación definitiva, señalando que el sur de Florencia no puede seguir dependiendo de soluciones parciales. Con esta nueva intervención, más que satisfacción, prevalece la incertidumbre sobre cuándo se concretará una solución real y duradera a la deteriorada doble calzada.
