Cada miércoles, decenas de asistentes se reúnen en el barrio San Andrés para compartir experiencias, superar adicciones y heridas emocionales, y hallar un nuevo rumbo de la mano de Dios.
En Pasto, un grupo de jóvenes decidió apostar por la fe, la experiencia compartida y la superación personal como motores de cambio. Así nació ARDE, una comunidad cuyo nombre representa Amor, Renovación, Dirección y Esencia, creada a comienzos de 2025 por Daniel Burbano, Alejandra Viteri y Yulissa Quintero, junto a los cofundadores Heiman Ordóñez y Carlos Gallardo.
Su propósito es claro, brindar un espacio en el que cada historia inspire a otros a reencontrar su propósito de vida, sanar heridas del pasado y fortalecer su conexión espiritual.
Las reuniones tienen lugar todos los miércoles a las 7:30 de la noche en el barrio San Andrés, cerca del parque de Rumipamba. Lo que empezó como un pequeño grupo de amigos se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan una dirección en medio de dificultades como adicciones, depresiones, fracasos financieros y decepciones amorosas. Cada sesión está marcada por testimonios que reflejan la fuerza de la fe y la resiliencia humana, generando una red de apoyo que crece semana tras semana.
Propósito
El corazón de ‘ARDE’ está en la convicción de que cada experiencia vivida, por dura que haya sido, puede convertirse en una luz para otros. La comunidad ofrece un entorno donde la escucha activa, la oración y la reflexión se combinan para guiar a los asistentes hacia una vida con sentido. Sus líderes destacan que no se trata solo de reuniones, sino de un proceso continuo de acompañamiento, en el que la fe en Dios se transforma en herramienta para la renovación personal.
Crecimiento
La respuesta ha sido abrumadora. En la más reciente reunión, 37 personas se congregaron para escuchar a Carlos Santamaría, un humanólogo chileno invitado especialmente para hablar sobre el comportamiento humano y la dimensión espiritual.
Su mensaje de transformación dejó huella entre los presentes, quienes compartieron reflexiones y fortalecieron su compromiso con su propio proceso de cambio. Cada encuentro confirma que ‘ARDE’ es un proyecto que enciende esperanza y motiva a los asistentes a seguir adelante, pese a los desafíos.
Visión
El equipo fundador tiene la meta de seguir expandiendo esta comunidad en Pasto y, eventualmente, más allá. ‘ARDE’ busca consolidarse como un espacio de referencia para quienes anhelan encontrar dirección, renovar su fe y sanar su historia. Con cada nueva persona que se une, la comunidad reafirma su misión, encender en cada corazón una llama que ilumine caminos de amor, renovación y propósito, demostrando que la transformación personal es posible cuando se camina acompañado y con la guía de Dios.

															


