COMUNICACIÓN SIN BARRERAS

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Dos estudiantes de ingeniería de software desarrollan un innovador proyecto de interpretación de lengua de señas en tiempo real.

En el contexto actual, la inclusión social es una necesidad creciente, especialmente en lo que respecta a las personas con discapacidades auditivas. En este sentido, dos jóvenes estudiantes de ingeniería de software de la ciudad de Neiva, Huila, están desarrollando una solución tecnológica innovadora: un software capaz de traducir en tiempo real la lengua de señas colombiana, tanto en su forma normal como en el abecedario manual.

El proyecto, liderado por Andrés Felipe Vega y Juan Ramos, tiene como objetivo facilitar la comunicación entre personas sordas y oyentes, eliminando la barrera del lenguaje y promoviendo la inclusión. Según explica Andrés Vega, el software funciona detectando las coordenadas específicas de los movimientos de las manos del usuario. «Cada seña tiene una serie de puntos de referencia que el programa identifica y compara con su base de datos para traducir el gesto a texto o voz», afirma Vega. Además, el sistema cuenta con una función de voz que lee en voz alta la traducción de cada seña realizada.

Desafíos y limitaciones tecnológicas

El desarrollo de este software, aunque prometedor, no ha estado exento de dificultades. Según Juan Ramos, co-desarrollador del proyecto, uno de los mayores retos ha sido la falta de estándares nacionales o internacionales que guíen la traducción de la lengua de señas en tiempo real. «El lenguaje de señas no es estático, sino que depende del contexto y la fluidez de los movimientos», explica Ramos. Esto ha sido uno de los obstáculos principales para crear un sistema que reconozca las señas de forma precisa.

Otro desafío importante ha sido la limitación de la tecnología disponible. Actualmente, no existe un sistema que pueda interpretar gestos de la lengua de señas de manera completamente natural. «A pesar de que hemos avanzado en nuestra investigación, nos encontramos con muchos errores y limitaciones en la tecnología de reconocimiento de gestos», comenta Ramos. Además, la lengua de señas puede variar según la región, lo que complica aún más la creación de un sistema universal.

A pesar de estos obstáculos, el equipo ha logrado hacer progresos importantes, logrando que el software pueda reconocer un número limitado de señas, como «hola» o «gracias», con un margen de error mínimo, siempre dependiendo de la precisión en la ejecución de los gestos.

El futuro del proyecto y su expansión

A pesar de los desafíos, los estudiantes tienen grandes planes para el futuro de su proyecto. A corto plazo, buscan finalizar la versión de escritorio de la aplicación, y luego, desarrollar una versión para dispositivos móviles. La idea es que la aplicación sea accesible para una mayor cantidad de personas, sin perder la precisión que han logrado hasta el momento.

«Nuestro objetivo es continuar mejorando el software, integrando más señas y trabajando en su expansión», asegura Vega. Sin embargo, para llevar a cabo esta ambiciosa meta, los jóvenes están buscando financiamiento y recursos adicionales que les permitan continuar avanzando en el desarrollo del proyecto y aumentar su alcance.

El proyecto también busca ser más que una herramienta educativa, permitiendo que instituciones educativas y profesionales de diversas áreas, como la salud, puedan comunicarse de manera más efectiva con personas sordas. «Es una forma de generar igualdad de oportunidades para todos», concluye Ramos.

El proyecto de estos jóvenes estudiantes es una clara muestra del potencial de la tecnología para resolver problemas sociales y mejorar la vida de miles de personas. A medida que avanzan en su desarrollo, el software promete ser un importante paso hacia una sociedad más inclusiva y conectada.


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