En el departamento de Nariño se llevó a cabo uno de los hitos más importantes en el proceso de paz del país. El grupo armado Comuneros del Sur, una facción disidente del ELN que operaba en zonas rurales de la región, inició formalmente la entrega de armas al Gobierno Nacional. Según la información oficial, el arsenal incluía granadas, minas antipersonal, cohetes artesanales y fusiles.
Este gesto fue supervisado por delegados de Naciones Unidas y organismos de verificación, quienes destacaron que el acto marca un punto de inflexión en la seguridad del suroccidente. Las autoridades esperan que el desarme contribuya a disminuir los enfrentamientos y fortalecer la confianza entre las comunidades y el Estado.
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