Llegó a Colombia la temporada de ofertas de Black Friday, por lo que hay que poner mucha atención a las emociones que llevan a comprar sin medida. Se ha demostrado que muchas de las compras que se hacen están impulsadas por las emociones, más que la razón, y ahí es donde se pueden cometer errores.
Francisco Javier Zamora Saborit, profesor del Grado en Marketing de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), perteneciente a Planeta Formación y Universidades, aseveró que “hay un fuerte componente emocional a la hora de comprar. Muchos ven las compras como una forma de aliviar el estrés o premiarse, lo que puede llevar a tomar decisiones poco racionales en el calor del momento”.
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Esa necesidad repentina de tener algo que está en oferta obedece a un efecto psicológico conocido como FOMO (Fear of Missing Out), que fomenta una urgencia por no perderse nada y hace pensar a las personas en lo que podrían perderse, no en lo que gastarán.
Según Zamora, “en eventos como el Black Friday, la presión social juega un papel importante” y “si todos están comprando, sentimos que también deberíamos hacerlo para no quedarnos atrás. Es una mezcla de querer pertenecer, aprovechar lo que parece una buena oportunidad y la ilusión de “ahorrar” al gastar”.
Tips para controlarse en las compras
Particularmente, en fechas como Black Friday, la responsabilidad de gastar responsablemente está en el usuario, quien debe tener cabeza fría para tomar decisiones que no afecten su presupuesto, especialmente en un periodo de tantos gastos como fin de año.
Para lograrlo, el experto brindó algunos consejos para mantenerse enfocado y ser consciente de los hábitos de consumo: por ejemplo, es clave decidir cuánto dinero se puede gastar y no exceder esa cantidad. Para lograrlo se pueden usar métodos de pago limitados como efectivo o tarjetas débito para no gastar más de lo planeado.
También hacer una lista detallada de los productos que realmente necesita o ha planeado adquirir desde hace tiempo y apegarse a ella. Evitar las compras espontáneas, pues estas suelen salirse de control; o si algo le llama la atención, espere un poco de tiempo para comprarlo. Este tiempo le permitirá reflexionar y asegurarse de que no está actuando por impulso.
Además, no todas las ofertas son realmente ofertas. Antes de comprar, compare precios en diferentes tiendas o plataformas para ver si el descuento es auténtico. Es usual que se inflen los precios antes de las promociones para que la oferta se vea más atractiva. Y si está estresado, cansado o buscando un premio emocional, es vulnerable a las compras compulsivas. En dado caso de sentirse así, tome un momento para respirar, salir de la tienda física o virtual y reconsiderar. El autocontrol es tanto financiero como emocional.
Ojo al comercio
Según el experto, “como consumidores, podemos identificar estas tácticas si analizamos cómo nos hacen sentir: si algo nos genera prisa o nos hace dudar de no comprar, probablemente estamos bajo su influencia”.




