El Gobierno colombiano ha dado un paso clave en la modernización de su fuerza aérea: tras meses de negociaciones, ha cerrado un acuerdo con la empresa sueca Saab para la compra de 17 aviones de combate Saab JAS-39 Gripen. Según fuentes oficiales, esta operación asciende a 16,5 billones de pesos, e incluye no solo las aeronaves, sino también armamento, soporte logístico, mantenimiento y adecuación de infraestructura para su uso operativo.
Plazos y entrega
- De acuerdo con el cronograma pactado, los Gripen llegarán en forma gradual entre 2027 y 2032.
- El primer desembolso está previsto para 2026, cuando se consignarán alrededor de 100.000 millones de pesos, dando inicio a la ejecución presupuestal para todo el programa.
- El acuerdo de pagos se extenderá hasta 2032, lo que refleja un compromiso financiero a largo plazo.
Modernización estratégica
La compra de estos aviones tiene un significado estratégico profundo: los Gripen reemplazarán gradualmente a la antigua flota de Kfir, que actualmente opera la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC) y ha estado en servicio por décadas, enfrentando problemas de mantenimiento y costos elevados.
Según el presidente Gustavo Petro, la flota será “completamente nueva, de última tecnología”, y ya está integrada en otros países, como Brasil. Además, hay una intención clara de transferencia tecnológica: se prevé que parte del acuerdo incluya esfuerzos para desarrollar la industria aeronáutica colombiana, con Saab participando en proyectos de innovación, así como inversiones sociales como paneles solares y plantas de agua potable.
Compensaciones y “offset”
Como parte del acuerdo, Saab y el Gobierno han pactado mecanismos de compensación (offset) que no solo benefician lo militar, sino que también tienen un componente social e industrial. Estos esquemas permiten que parte de la inversión redunde en la industria colombiana y tenga efectos en regiones vulnerables, lo cual fue un factor clave para la administración.
Reacción política y gestión
- El presidente Gustavo Petro ha impulsado con decisión la firma del contrato.
- Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ha liderado las negociaciones y ratifica que el acuerdo contractual y presupuestal ya está definido.
- Sin embargo, no todas las voces son unánimes. El exministro de Defensa Diego Molano expresó su respaldo a la medida, asegurando que era “necesaria” dado el deterioro de la flota Kfir.
Implicaciones para la defensa nacional
Esta adquisición representa un salto generacional para la Fuerza Aeroespacial Colombiana. Los Gripen son cazas polivalentes, con capacidades modernas para combate aire-aire, bombardeo de precisión y reconocimiento, lo que permitirá a Colombia fortalecer su soberanía aérea y su proyección estratégica.
Además, al comprometer pagos a largo plazo y asegurar una flota moderna, Colombia marca una hoja de ruta clara para su defensa en las próximas décadas, contribuyendo también al desarrollo de su industria militar y tecnológica.




