La última vez que se supo de la joven fue a través de una llamada a su hermana Andrea. En aquella llamada, ella mencionó que se dirigía a la casa de su madre, sin embargo, nunca llegó a su destino y desde entonces no se tiene rastro de su paradero. Al inicio, la familia no mostró preocupación desmesurada, ya que la mujer de 33 años, solía desaparecer durante unos días sin avisar, pero siempre regresaba. Sin embargo, los días pasaron y la falta de noticias sobre su hermana encendió las alarmas. Con el paso de 12 días, la desesperación llevó a Andrea y a sus familiares a realizar publicaciones en redes sociales, apelando a la solidaridad de la comunidad para encontrar a Ángela.
Uno de los rumores más perturbadores que circuló indicaba que Ángela podría haber sido asesinada y enterrada en el pozo séptico de su propia casa, ubicada en el barrio La Bendición. La sospecha recayó sobre su pareja sentimental, conocido como «Vitamina». Sin embargo, la Policía ya inspeccionó el lugar y no encontró evidencias que corroboraran esta teoría. Andrea también señaló que su hermana fue víctima de violencia intrafamiliar. Relató que «Vitamina» la agredía físicamente, lo cual agrava la sospecha sobre su participación en la desaparición. Pese a esto, no se ha presentado ninguna prueba concluyente y la versión de «Vitamina» es que Ángela tomó un taxi el día que desapareció y no regresó.
Una habitante de la zona afirmó haber visto a Ángela en una panadería la noche del 25 de agosto, con signos de haber sido golpeada. Otra información, que luego fue retirada de redes sociales, mencionaba que Ángela fue vista en La Chaparrera en compañía de otras mujeres, pero ninguna de estas versiones ha sido confirmada. El rumor de que Ángela ingresó a un hotel en Yopal también fue desmentido por las autoridades, quienes revisaron las cámaras de seguridad del establecimiento y concluyeron que la joven registrada no era Ángela.
La familia La situación ha sumido a la familia en una profunda desesperación. Andrea, quien vive en Villavicencio, ha realizado viajes a Yopal para unirse a la búsqueda, mientras que su madre, quien sufre de discapacidad auditiva, ha recorrido los barrios de La Fortaleza y Llano Lindo en busca de pistas. En cuanto a «Vitamina», sigue viviendo en la casa de Ángela, rodeado de personas que también consumen drogas, lo que ha despertado más preocupación en la familia. Andrea teme por la vida de su madre, quien vive cerca del sujeto y no se atreve a confrontarlo directamente, ya que lo considera una persona peligrosa. Incluso mencionó que ha escuchado rumores que lo vinculan con actividades delictivas
