El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció que sus fuerzas asaltarán la urbe, en la que se apiñan 1,5 millones de palestinos desplazados, porque allí se resguardan también miembros de la organización responsable de los ataques que dejaron 1.200 israelíes fallecidos y más de 240 secuestrados.
«Es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás dejando cuatro de sus batallones en Rafah«, declaró el mandatario.
Pero organizaciones como las Naciones Unidas y la Unión Europea, además de gobiernos tradicionalmente aliados de Israel, como Estados Unidos y el Reino Unido, han advertido a Netanyahu que el costo humanitario de una ofensiva sería muy alto.
Los palestinos que se encuentran en Rafah, la mayoría desplazados de otras ciudades gazatíes que ya están en control israelí, han declarado que no tienen adónde ir en caso de una incursión militar masiva, debido a que la frontera con Egipto está cerrada.
En este país árabe existe otra Rafah. Ambas ciudades fueron una vez una sola, pero siglos de invasiones y guerras terminaron con una urbe partida en dos, atravesada por una de las fronteras más conflictivas de las últimas décadas.
Desde el tiempo de los faraones
Los orígenes de Rafah se remontan a 3.000 años atrás, asegura la Biblioteca Virtual Judía.
La primera mención de este poblado figura en una inscripción realizada en el año 1303 a.C., durante el reinado del faraón egipcio Seti I, padre del famoso Ramsés II, quien ordenó edificar algunos de los magníficos templos y monumentos que hoy atraen anualmente a millones de turistas a Egipto.
Seti I lanzó varias campañas militares en la zona y en Siria, afirma el articulista israelí Michael Freund, en su artículo «Rafah: Una historia turbulenta», en el cual cita los estudios del fallecido historiador y geógrafo israelí Zeev Vilnai.
A lo largo de la historia la localidad ha sido conocida con diferentes nombres: Robihwa por los egipcios, Rafihu por los asirios, Raphia por los griegos y romanos y, por último, Rafah por los árabes.
Y aunque el topónimo Rafah no figura expresamente en la Torá (la Biblia hebrea), expertos consideran que el término “Hatzerim”, con el que en el libro de Deuteronomio se nombra a un poblado se refiere a ella.
Por su ubicación al sur de la Franja de Gaza, a la entrada del desierto del Sinaí (Egipto) y frente a las aguas del Mediterráneo, la población se convirtió no sólo en un centro importante para la navegación y el comercio regional, sino también en escenario de numerosos conflictos.
Uno de los combates más célebres que tuvo lugar en Rafah ocurrió alrededor del 217 a.C., cuando el rey egipcio Ptolomeo IV derrotó al emperador sirio Antíoco III.
“Se le considera una de las batallas más grandes de la era clásica con un total de 120.000 a 150.000 soldados y unos 175 elefantes dispuestos en el campo de batalla”, resumió el escritor israelí-canadiense, Brandon Marlon, en su artículo «Rafah: Una breve historia», publicado en el diario «The Times of Israel».
Para sellar la paz el derrotado casó a su hija Cleopatra Sira con el hijo de su enemigo y la boda se celebró en Rafah.
