Con las medidas de apertura gradual de la economía, se han disparado las discusiones sobre el tema de «¿Cómo hacer que las personas regresen a la oficina?» Es el tema en boga en el mundo de los recursos humanos.
No son pocos los casos en los que las empresas están recurriendo a ofrecer un desayuno gratis todos los días, o incluso un masajista corporativo. ¿Es este tipo de «soborno» la mejor manera de motivar a las personas a venir a trabajar? ¿Y cómo hacerlo de otra manera?
¿Ha notado que algunos de sus colegas no quieren regresar a sus lugares de trabajo y prefieren el home-office? Antes de hablar sobre cómo se puede resolver esto, simplemente necesitamos saber que las personas se pueden dividir en dos grupos básicos:
1. Personas productivas y trabajadoras que se sienten cómodas trabajando desde casa porque tienen que cuidar de su familia, por ejemplo, y porque una mayor flexibilidad en los horarios de trabajo les ayuda a hacerlo. O porque normalmente invierten mucho tiempo desplazándose al trabajo y podrían dedicar el tiempo ahorrado de esta forma a sus intereses, o simplemente lograr más.
2. Personas perezosas improductivas que se alegran de que el jefe no las tenga bajo su supervisión. Para quienes el trabajo en casa significa que pueden iniciar sesión en el sistema en la mañana, todavía en piyama, e ir a desayunar durante una hora sin que nadie se dé cuenta. En su mayoría son personas que no disfrutan de su trabajo y lo toman solo como una fuente de sustento. Su mayor desafío es cómo obtener la mayor recompensa por el menor trabajo posible. Les gusta aprovechar al máximo los beneficios de su empresa sin tener que hacer nada adicional en ningún momento.
¿Quién se sentirá atraído por los beneficios?
Cuando observa los dos grupos anteriores, ¿para quién cree usted que la tentación de desayunar o de un masaje gratis será la más motivadora para venir a trabajar durante al menos un día? Sí, será el segundo grupo. Vendrían a sentarse en la oficina por un tiempo, pero en la primera oportunidad volverían a correr a casa. Es posible que ya haya notado que la motivación a través de beneficios (ya sean financieros o no financieros) tiene un efecto a muy corto plazo. Por ejemplo, si usted aumenta los salarios en forma masiva, con seguridad durante el primer mes escuchará «¡Hurra, gloria!», pero el segundo mes probablemente será un «¿Y ahora qué más me pueden dar?»
Probablemente piense que el personal del primer grupo también estará feliz con un masaje, un complemento o un desayuno. Probablemente sí, pero no es el motor principal por el que deberían venir a trabajar. Sus razones para trabajar son completamente diferentes y en su mayoría están relacionadas con una determinada situación de la vida actual.
Por el contrario, pueden percibir una medida de este tipo (ofrecer beneficios) por parte de la administración como una debilidad, y es probable que se sorprendan de que la empresa no tenga más herramientas de influencia para usar frente a esta situación que el soborno. Además, pueden sentirse ignorados porque su jefe no está interesado en su situación personal actual.
Entonces, ¿cómo se puede hacer que la gente regrese a la oficina?
1. Fije una fecha oficial de regreso. Envíe al equipo la información de que todos volverán a trabajar ese día.
2. Es hora de desempolvar el propósito, es decir, las razones por las que trabajar juntos en la oficina es beneficioso. Esto incluye una comunicación mejor y más efectiva sin reuniones obligatorias todos los días por la mañana, reuniones cara a cara, la energía de equipo que es difícil de construir en línea, entre otros. Y claro que puede mejorar esto con una sorpresa el primer día (por ejemplo, el desayuno mencionado), pero definitivamente no debería ser la atracción principal de todo el evento.
3. Resuelva cualquier resistencia u objeción por parte de los empleados de forma individual. Interésese en su situación actual y trate de encontrar un compromiso. La gente apreciará su interés en ellos y su disposición a lidiar con el problema o la situación.
La base deben ser los productores
La era del coronavirus nos demostró lo flexibles que podemos ser cuando se trata de teletrabajo. Donde solía ser impensable, resultó fácil de lograrlo.
Somos partidario de que debemos sacar algo valioso de cada situación (incluso una desagradable). Entonces, ¿por qué no dar a las personas productivas y trabajadoras más libertad y la oportunidad de trabajar más desde casa, si eso les ayuda a afrontar determinadas situaciones de la vida? Las personas realmente productivas trabajan desde cualquier lugar y las personas improductivas le van a sacar el cuerpo al trabajo de cualquier forma. Por supuesto, siempre el criterio debería ser las estadísticas. Quien realmente demuestre tener resultados sin necesidad de tener mucha supervisión será el primer elegido para continuar en home office…
Por lo tanto, la base es tener en el equipo tantas personas productivas como sea posible, fáciles de liderar incluso desde la distancia, porque son naturalmente trabajadores.
