Cerca de 1,5 millones de palestinos están en Rafah, refugiados de las operaciones de combate israelíes en el resto de Gaza.
«Es imposible lograr el objetivo de la guerra sin eliminar a Hamás y dejando cuatro batallones de Hamás en Rafah”, expone un comunicado que el despacho de Netanyahu emitió el viernes.
“Por el contrario, está claro que la intensa actividad en Rafah requiere que los civiles evacuen las zonas de combate», añade el comunicado.
Netanyahu pidió a funcionarios militares y de seguridad que presentaran al gabinete «un plan combinado para evacuar a la población y destruir los batallones» de Hamás.
A principios de esta semana, Netanyahu dijo que había ordenado a las tropas que «se prepararan para operar» en Rafah y que sólo faltaban unos meses para la «victoria total» de Israel sobre Hamás.
Estados Unidos advirtió a Israel que una invasión de Rafah sería un «desastre», mientras que la Unión Europea y la ONU expresaron su preocupación.
Por su parte, grupos humanitarios han dicho que no es posible evacuar a todas las personas de Rafah.
“Pesadilla humanitaria”
La ciudad de Rafah, ubicada a 30 kilómetros al sur de Gaza, es el mayor centro urbano en la frontera con Egipto.
La mayoría de la población de Rafah ha sido desplazada por los combates en otras partes de Gaza y vive en tiendas de campaña.
Hace solo cuatro meses la localidad tenía una población estimada en 280.000 habitantes, pero con la llegada de masiva de refugiados se ha casi quintuplicado, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).
Rafah es el único cruce fronterizo entre Gaza y Egipto.
Por el paso de Rafah han salido cientos de extranjeros que residían en la Franja junto con sus familias y también ha entrado la ayuda humanitaria para los habitantes de la zona.
