Desde el pasado 15 de julio, entraron en vigor las primeras medidas de la Reforma Laboral en Colombia, entre ellas la reducción de la jornada laboral semanal de 46 a 44 horas y el aumento de recargos dominicales y nocturnos del 75 % al 80 %. Estos cambios han generado preocupación entre comerciantes, especialmente en las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), que advierten un aumento considerable en sus costos operativos.
Según una encuesta realizada por Fenalco a 1.000 empresarios afiliados —el 93 % de ellos MiPymes— el 67 % considera que el impacto económico de la reforma será “muy alto” o “extremo”. Como respuesta a los nuevos costos, el 35 % de los encuestados planea reducir personal, el 52 % no contratará nuevos empleados, y el 44 % prevé un aumento en precios y tarifas.
“Comienza la escalada del incremento de los costos laborales sin precedentes en Colombia”, expresó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco. Se estima que, con la entrada en vigencia de estas medidas, los costos laborales podrían aumentar entre un 18 % y un 34 %.
Adicionalmente, solo un 10 % de los empresarios consultados considera que los trabajadores serán los principales beneficiados de estas reformas. El panorama es aún más complejo considerando que, según cifras del DANE, el empleo en el comercio minorista ha venido disminuyendo desde inicios de 2024.
El gremio hace un llamado al Gobierno Nacional para revisar el ritmo y alcance de la reforma, ante el riesgo de frenar la recuperación económica del sector y afectar la generación de empleo formal en el país.
