En el barrio Departamental de Cali, tres hermanas han dedicado su vida a iluminar los días de aquellos que más lo necesitan. Hermila, María Isabel y Luz Mary Quintero Zapata, conocidas cariñosamente como «Las Monas», llevan más de tres años liderando el comedor comunitario que lleva su apodo, en honor a sus cabellos rubios, ojos azules y piel clara.
Desde hace más de 55 años, las hermanas Quintero Zapata han llamado al barrio Departamental su hogar. La idea del comedor nació de su profundo deseo de ayudar a la comunidad. «Siempre nos ha gustado servirle a la población que más lo necesita, entonces junto con mis hermanas María Isabel y Luz Mary, abrimos el comedor y con amor diariamente atendemos a más de 100 personas», afirma Hermila, la gestora principal de esta noble iniciativa.
Para muchas personas, Las Monas representan más que un simple lugar donde comer. Vermes Ceballos Bayona, un beneficiario del comedor, expresa su gratitud: «Yo soy trabajador independiente, me gano la vida como soldador. Soy adulto mayor, y por mi edad es más difícil todo por las oportunidades. Por esta razón, el comedor es mi bendición, porque no es lo mismo comer un arrocito con huevo que comer aquí una comida balanceada con su proteína, ensalada y cada día algo diferente».
La vocación de liderazgo y la solidaridad son los pilares que sustentan el comedor Las Monas. Este lugar no solo proporciona alimento, sino que también se ha convertido en un refugio de esperanza para las personas mayores, quienes conforman el grupo poblacional más frecuente en este hermoso lugar. «Nosotros, además del comedor, los fines de semana hacemos ollas comunitarias, frijoladas, tamales y sancocho para contribuir con las personas que habitan la calle y las personas de la tercera edad», explica Hermila.
Las hermanas han encontrado en el comedor una forma de enfrentar las necesidades de su comunidad, colaborando activamente con la junta de acción comunal para recoger recursos y dar soluciones conjuntas.
A través de su comedor, no solo alimentan cuerpos, sino que también nutren almas, demostrando que la solidaridad y el amor por el servicio pueden transformar una comunidad
Las hermanas Quintero Zapata han dejado una huella imborrable en su comunidad. Con su dedicación y amor por el prójimo, han cambiado vidas y han contribuido a la reconstrucción del tejido social en el barrio Departamental.




